Las manos juntas. Saludo al Dios que hay en ti. No digo que tú eres Dios, eso sería idolatría. Digo que lo divino yace en ti y lo reconozco.
Millones de hindúes se detienen al día en las calles de India, y con las manos juntas, como haciendo una plegaria, pronuncian esta palabra poderosa.
Millones de hindúes se detienen al día en las calles de India, y con las manos juntas, como haciendo una plegaria, pronuncian esta palabra poderosa.
Namasté frente a Ganesha, el dios con cabeza de elefante. Namasté frente a Durga, la diosa guerrera de vestido rojo que destruye a nuestros enemigos, nuestros obstáculos. Namasté frente al Shiva Linga, la piedra sagrada. Namasté a los pies al Gurú, que nos protege y nos enseña la Vidya, la verdadera sabiduría. Namasté frente al río Ganga, que nos cobija y purifica. Namasté a toda realidad frente a mí, porque todo manifiesta lo Divino, pues ¿qué puede escapar a Dios? Todo es Shiva, reza el adagio vedántico.
Namasté es la prueba de la persistencia de una tradición espiritual. La vigencia de una manera de ver la vida y la realidad. Namasté es No Violencia, Ahimsa, pues, ¿cómo podrías agredir algo que cubre lo Divino?
Namasté es la prueba de la persistencia de una tradición espiritual. La vigencia de una manera de ver la vida y la realidad. Namasté es No Violencia, Ahimsa, pues, ¿cómo podrías agredir algo que cubre lo Divino?
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