12 de noviembre de 2015

NAMASTÉ


     Las manos juntas. Saludo al Dios que hay en ti. No digo que tú eres Dios, eso sería idolatría. Digo que lo divino yace en ti y lo reconozco.

     Millones de hindúes se detienen al día en las calles de India, y con las manos juntas, como haciendo una plegaria, pronuncian esta palabra poderosa.

     Namasté frente a Ganesha, el dios con cabeza de elefante. Namasté frente a Durga, la diosa guerrera de vestido rojo que destruye a nuestros enemigos, nuestros obstáculos. Namasté frente al Shiva Linga, la piedra sagrada. Namasté a los pies al Gurú,  que nos protege y nos enseña la Vidya, la verdadera sabiduría. Namasté frente al río Ganga, que nos cobija y purifica. Namasté a toda realidad frente a mí, porque todo manifiesta lo Divino, pues ¿qué puede escapar a Dios? Todo es Shiva, reza el adagio vedántico.

     Namasté es la prueba de la persistencia de una tradición espiritual. La vigencia de una manera de ver la vida y la realidad. Namasté es No Violencia, Ahimsa, pues, ¿cómo podrías agredir algo que cubre lo Divino?