5 de noviembre de 2017

La persistencia de lo religioso


Parece que la religión se ha vuelto una experiencia imposible en la cultura occidental moderna. Y cuando decimos religión nos referimos a las posibilidades últimas que ésta otorga al ser humano. La posibilidad máxima está inscrita en el sentido etimológico de la propia palabra “religión”: religare que es unir o unión, pero no solo a los individuos (lo cual haría de la religión un simple hecho social), sino, el reconocimiento de la unidad que existe entre la esencia del ser humano y lo que llamamos Dios. 

El proceso de desacralización que se ha producido en occidente ha ido borrando esta posibilidad de la que hablamos. Sin embargo, persiste todavía en lo que se ha llamado el oriente tradicional, y muy particularmente en la India. Es por eso que queremos empezar este texto explicando la naturaleza de la experiencia religiosa. 

El estudio de la religión ha sido un desafío constante para los intelectuales a través del tiempo, sobre todo para los hombres modernos. Se han dado diversas visiones tanto desde la psicología, la sociología y la filosofía. Sin embargo, creo que la mejor perspectiva para abordar el fenómeno religioso es la que nos brinda la metafísica tradicional, pues ella se alimenta de las propias doctrinas de todas las tradiciones espirituales existentes. 

René Guenón, quizá el mejor expositor del siglo XX de las doctrinas metafísicas orientales afirmó lo siguiente:

“podemos decir que la Religión consiste esencialmente en la unión del individuo con los estados superiores de su ser, y, por ello, con el Espíritu Universal”* 

Partiendo de esta definición podemos evidenciar el alejamiento que se ha producido de lo verdaderamente religioso. Lo que es accidental, es decir, las diversas condiciones y variantes a la que están sometidas las diversas sociedades ha hecho perder lo esencial. Por eso el aspecto moral e institucional, que tienen su justo valor en el terreno correspondiente, acaban teniendo primacía sobre lo doctrinal y ritual.

Lo que señalamos hasta ahora lo consideramos necesario, pues este blog trata sobre la Tradición Hindú, la cual mantiene una tradición eminentemente religiosa, pero que tiene un alcance espiritual mayor al que presentan las religiones occidentales en su estado actual. Para afianzar este punto de vista volvamos a la definición de Guenón a la que podríamos considerar propiamente hindú: 

“La Religión, subrayémoslo, es la unión con el Sí interior, el cual es él mismo uno con el Espíritu Universal, y no pretende ligarnos a ningún ser exterior a nosotros, y forzosamente ilusorio en la medida en que fuera considerado como exterior"**

Por eso afirmamos que en la India tradicional persiste lo religioso en las enseñanzas de los swamis y monjes de las diversas órdenes que se remontan hasta la antigüedad. La enseñanza principal a la que nos hemos referido: la identidad entre el alma humana y el absoluto (Brahman). Esta doctrina metafísica se conserva sobretodo en el Vedanta expuesto hace mucho tiempo por Adi Shankaracharya. Y podemos agregar como consideración final que la Tradición Hindú no solo conserva la doctrina sino también el método. Es decir, los medios mediante los cuales un auténtico buscador puede llegar a alcanzar al supremo Brahman.

*Articulo "La Religion y las Religiones" publicado en La Gnose, 1910.
**Idem.